Cómo decorar las paredes con cuadros

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Si te cansas de los cuadros, coloca un par de estantes en la pared y pon encima las obras que quieras.

Para crear una buena composición visual, selecciona primero una pieza principal y luego coloca el resto a su alrededor.

No hay un lugar que funcione mejor para todo el mundo, por lo que es usted, como propietario, quien debe decidir qué es lo que más le conviene.

Elija un marco de fotos que se ajuste a sus necesidades individuales, como el diseño o la visibilidad.

Una foto especial a gran escala también puede decorar una pared destacada por sí sola.

Los pósteres son una forma económica de añadir una capa decorativa a la pared.

Estos son algunos consejos para que puedas sacar partido no solo a tus paredes, sino también para que puedas decorar con cuadros tu vivienda. Solo tienes que encontrar los que más te gusten y decidir donde los colocas para dar más vida a tus paredes, así que ¡lánzate a decorar con cuadros!

Los cuadros, así como los espejos, son herramientas decorativas muy poderosas y útiles, porque ayudan a reforzar el estilo decorativo y aportan valor al conjunto. Siempre y cuando estén bien colocados, claro. Porque, aunque no lo creas, solo con un cuadro mal ubicado se puede generar un ruido visual muy desagradable que neutralice nuestra decoración.

Elige el cuadro adecuado para la habitación correcta

Si te cansas enseguida de los cuadros, coloca en la pared un par de estanterías, con listones en madera para evitar que se deslicen, y sitúa encima de ellas las obras que prefieras. Así podrás cambiarlas tantas veces como desees, sin preocuparte de atravesar el muro para colgarlos ni tener que camuflar los que ya había. Además, siempre puedes alternarlos con libros y objetos decorativos.

Eso sí, antes de nada, decide qué paredes vas a decorar con cuadros. Y después ten siempre en cuenta la composición que quieres crear con ellos. Por descontado, no te límites a llenar por completo la pared. Más vale colocar en ella uno o dos cuadros con gusto, y que la decoración quede elegante y atinada, que llenar paredes sin ton ni son para que no se vea ni un milímetro de pared, y crear un horror a la vista y no algo agradable.

La habitación correcta

Si vas a colocar varias obras, selecciona una pieza principal (que no tiene que ser necesariamente la de mayor envergadura) y coloca el resto alrededor. Para darle vida, juega con las formas, los colores, los marcos y los tamaños.

Las dimensiones y las particularidades de tu pared (recta, con el techo bajo, buhardilla, en esquina…) también marcan las pautas para una buena composición. Y recuerda el quid de la cuestión reside en la emoción que te despierta.

Cuélgalo en el lugar adecuado

No hay un lugar que funcione mejor para todo el mundo, así que es usted, como propietario, quien debe decidir qué es lo que más le conviene.

Un lugar común para colgar un cuadro es en la pared cerca de la puerta. Esto permite a los invitados acceder a la imagen de forma rápida y sencilla, por lo que es una buena opción para las fotos de la familia o los amigos que quieras mostrar con frecuencia. También puedes optar por un arreglo montado en la pared, donde puedes inclinar o quitar el cuadro fácilmente según sea necesario. Otras opciones son un marco de fotos o un colgador, que pueden ayudar a añadir interés y funcionalidad a una habitación sin ocupar demasiado espacio valioso.

Con tantas opciones diferentes a la hora de colgar un cuadro en la pared, realmente no hay una fórmula perfecta para todos. La clave está en encontrar un método que te funcione, ya sea por estética o por practicidad.

Diseños para tus cuadros en la pared

Hay varios tipos de marcos de fotos para colgar en la pared, y el tipo que elijas dependerá de tus necesidades individuales. Algunos marcos cuentan con una parte trasera de madera decorativa o tienen un perfil curvo o estilizado que les permite encajar perfectamente en cualquier estilo de decoración del hogar o disposición de la habitación.

Otros pueden tener un diseño más básico y ofrecer una única superficie plana de gran tamaño para exponer fotos o artefactos personales. Independientemente del estilo de marco que elijas, es importante tener en cuenta algunos factores clave a la hora de elegir un marco de fotos para colgar en la pared, como el tamaño y el número de las fotos deseadas y el grado de visibilidad deseado para esas fotos a lo largo del tiempo.

Con la variedad de marcos de fotos disponibles para colgar en la pared, seguro que hay una opción que se ajusta a tus necesidades individuales.

Colgar fotos u otros elementos decorativos junto al cuadro

No siempre es necesario decorar con varias fotos. Una foto especial, a lo grande, también puedes decorar por si sola una pared destacada, para de esta manera darle importancia a la imagen central y que solo tuviera el protagonismo el elemento central.

Puede ser que, en vez de un gran marco, lo que buscas simplemente es una lámina de cristal que poner encima de la foto. En cualquier tienda de fotografía o cuadros podrás encontrar una solución perfecta para lo que buscas. ¡Cuéntanos qué tal te queda cuando lo hayas dejado listo!

Y ¿decorar con carteles?

Actualmente están de moda varias decoraciones de pared en casa o en la oficina. Los pósteres, en particular, son una opción económica y pueden utilizarse con o sin marco para crear detalles de diseño interior de alta calidad. Con uno o varios carteles, puedes dar un nuevo toque a tu casa sin tener que gastar mucho dinero.

Las monturas de los marcos dan mucho juego, solo tienes que ver esta variedad de acabados y estilos. Si no te decides por un motivo decorativo para embellecer la pared de tu salón, fíjate que opción tan especial, tan curiosa como singular. ¿Te atreves a copiarla en casa?

Equilibrio y armonía son las únicas normas que has de tener en cuenta a la hora de distribuir cuadros en cualquier estancia. A veces la unión de varios sin apenas separación entre ellos logra dar la sensación de un único elemento de gran tamaño. Unas láminas discretas en blanco y negro serán perfectas para colocarlas en lugares de relajación, como en este espacio de lectura rodeado de plantas.

Este tipo de composiciones ayuda a poner orden visual en cualquier ambiente, proporcionando armonía y transmitiendo sensación de paz. Para que el efecto sea completo, procura dejar espacio suficiente entre las distintas obras, de forma que respiren, y apuesta siempre por el ‘juntas, pero no revueltas’.